Un modelo BIM se entiende básicamente como una base de datos tridimensional, ya sea de un edificio, una instalación o un modelo civil, que será utilizado para su estudio, construcción, rehabilitación o mantenimiento.
Gracias a esta forma de trabajar que incluye tanto el 3D como la información técnica en un único modelo, se pueden estudiar con antelación las circunstancias reales que el edificio tendrá a lo largo de su vida, desde su construcción hasta su derribo.
Esto permite anticiparse a posibles dificultades e imprevistos futuros y adelantarse a la toma de decisiones sin que afecte a su proceso de construcción.
El ciclo de vida de un proyecto BIM comprende todas las fases que componen un proyecto desde la fase de anteproyecto en la etapa de diseño, pasando por su construcción, control de costes y tiempos en la etapa de construcción/dirección de obra, hasta llegar a su etapa de operación y mantenimiento dónde el proyecto estará gestionado y computerizado mediante diferentes softwares para el control de sus instalaciones.
Esta etapa de operación y mantenimiento (FACILITY MANAGEMENT) nos permitirá gestionar la vida útil de nuestras instalaciones y poder programar el mantenimiento de estas hasta su renovación y llegar a programar las alertas para ser avisados cuando un elemento deba ser sustituido.
El empleo del estándar COBIe (Construction-Operations Building information exchange) en BIM será la conexión entre la gestión del edificio y todo lo que engloba a la construcción del mismo. Para ello es necesario tener un conocimiento muy extenso de las herramientas BIM.
(Quedaros con este término COBIe, porque en las próximas publicaciones os hablaremos sobre los estándares que hoy día se manejan en la metodología BIM.)
El empleo del estándar COBIe en BIM será la conexión entre la gestión del edificio y todo lo que engloba a la construcción de este. Para ello es necesario tener un conocimiento muy extenso de las herramientas BIM.
(Quedaros con este término, COBIe, porque en las próximas publicaciones os hablaremos sobre los éstandares que hoy día se manejan en la metodología BIM.)
Desde 2004, se han llevado a cabo estudios, cada vez más frecuentes, sobre los enormes costes que suponen los errores de interoperabilidad entre los distintos agentes que intervienen en todo el ciclo de vida de un edificio, producidos todos ellos en las etapas de gestión y mantenimiento.
En este ámbito, la metodología BIM proporciona las herramientas para subsanar estos enormes costes.
Finalmente, dentro de este ciclo de vida de un proyecto BIM, nos encontramos con la etapa de demolición, donde se podrán hacer las estimaciones oportunas para saber qué cantidad de residuos se generarán y por lo tanto que huella ecológica llegarán a producir. De esta manera, se podrá realizar un proyecto lo más sostenible y respetuoso posible con el medio ambiente.
En definitiva y a modo de conclusión, un proyecto realizado bajo la metodología BIM durante todo su ciclo de vida nos garantizará:
Poder llevar a cabo, de manera más eficiente y mucho más optimizado, siendo más productivo, con menor coste, un mayor control y una mejor supervisión, y todo ello anticipándonos a errores en una fase muy temprana, un proyecto de éxito.