Es cierto que para aquellos que llevan unos años aprendiendo y aplicando la metodología BIM, ven claramente los beneficios de esta en cualquiera de sus vertientes (que son muchas y muy variadas).
Bajo nuestra experiencia como sociedad, a la hora de entablar conversación con otros profesionales, vemos que es vital pinchar la pompa en la que andamos inmerso (a veces no somos conscientes). Esa en la que abres LinkedIn por las mañanas y toda la red gira en torno al BIM.
Como decimos, pinchar esa pompa y comenzar a desarrollar esa parte más didáctica para enseñar, formar y hacer ver los beneficios de esta metodología a los promotores, que son los primeros en la escala piramidal que han de pedir/exigir que se trabaje bajo este estándar, por su propio beneficio.
Este fin de semana en el SIMed (Salón Inmobiliario del Mediterráneo) celebrado en Málaga, en una de las ponencias sobre la Edificación de Consumo Casi Nulo y la Sostenibilidad, uno de los oyentes hizo una reflexión que nos pareció muy acertada y se podría extrapolar al uso de la metodología BIM, la “microeconomía” y la necesidad de formar al usuario de a pie, a las pequeñas empresas, constructoras, promotoras, pequeñas subcontratas, etc. Y ¡ojo!, da igual que sea un pequeño usuario (promotor, al fin y al cabo) que una promotora a nivel nacional/internacional que invierta millones de euros. A ambos hay que hacerles ver los beneficios del uso del BIM.
A modo de reflexión y autocrítica, consideramos necesario tomar una pequeña distancia de esas terminologías y tecnicismos propios del BIM y adaptarnos a un lenguaje más informal, ese que todo el mundo maneja y que nos permite un diálogo mucho más fluido con nuestro oyente para hacerle ver los beneficios del uso del BIM.
Para ello es vital que todo aquello que se diga esté corroborado y contrastado mediante estudios llevados a cabo con anterioridad por otros profesionales que, bajo su experiencia en diferentes ramas del sector utilizando esta metodología han comprobado como esta forma de trabajo les ha reportado beneficios.
Estas serían algunas de las ventajas.
- Mejor visualización y comprensión de las propuestas de diseño.
- Retorno de la inversión.
- Disminución de problemas durante la construcción relacionados con errores de diseño, de construcción o problemas de coordinación
- Optimización al máximo del diseño, gracias a las capacidades de análisis y simulación.
- Impacto beneficioso en los plazos de proyectos.
- Impacto beneficioso en el control de costes durante la construcción.